
Anexos de Revista de Lexicografía, 45
ISBN: 978-84-9749-894-4
Año: 2024
Páginas: 352
Editorial: Universidade da Coruña, Servizo de Publicacións
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Lengua de la ciencia y pensamiento lingüístico. Matteo de Beni y Elisa Sartor (eds.). Universidade da Coruña, Servizo de Publicacións (A Coruña).
Prólogo
Cecilio Garriga
La lengua de la ciencia y de la técnica constituye uno de los tipos de discurso más característico. El hecho de servir para la comunicación científica, para la circulación del
conocimiento, y a la vez, tener como destinatarios a los propios científicos, a los operarios o artesanos y al público en general, la convierten en una de las modalidades más complejas de las
lenguas.
En el caso del español, la tradición filológica había prestado mayor atención a los textos literarios, convertidos en autoridad y en modelo lingüístico de prestigio. Pero en la
década de los 90 del siglo XX, un conjunto de investigadores volvió la mirada hacia los textos especializados, convencidos de que había toda una parcela de la lengua que estaba por estudiar, y
que era necesario abordar para alcanzar una descripción más completa de su funcionamiento y de su evolución. Estos grupos de investigadores compartían el interés por la historia de la lengua
especializada, por la lexicografía y por la historia de la ciencia, que servía de apoyo y que establecía el marco para desarrollar estos estudios.
En una reunión celebrada en 2004 en la Universitat Autònoma de Barcelona acerca de la lengua de la ciencia, se organizaron tres mesas redondas en las que participaron lingüistas e
historiadores de la ciencia. Permitió avanzar mucho y conocerse mejor, compartir conocimientos y preocupaciones, pero, sobre todo, permitió tomar conciencia de la necesidad de aunar esfuerzos
para abordar la lengua de la ciencia desde una mirada interdisciplinar.
De aquella reunión surgió un encargo, que asumió el grupo Neolcyt: buscar la manera de crear una estructura de investigación que permitiera colaborar a lingüistas e historiadores,
superando las limitaciones de las áreas de conocimiento. Y así es como surgió la Red Temática Lengua y Ciencia, que celebró su novena reunión internacional en la Universidad de Verona, organizada
por el grupo de investigación «El léxico del español en su historia» (LEHist), dirigido por Matteo De Beni.
De los trabajos entonces presentados nace este volumen, que es una muestra representativa del trabajo realizado por los miembros de los grupos de investigación que integran la Red,
sumados a los de otros investigadores interesados en el tema. En esta ocasión, los estudios tienen como eje el pensamiento lingüístico expresado en los textos por los autores y traductores de
tratados y diccionarios. Como dice Ángel López en uno de los estudios incluidos en este volumen, el pensamiento lingüístico no es más que metalenguaje, es decir, la reflexión del lenguaje sobre
sí mismo, y desde el punto de vista cognitivo esta reflexión se aplica indistintamente al ámbito del lenguaje científico y al del lenguaje común. Pero en esta ocasión son los textos
especializados el objeto de atención, y las reflexiones de sus autores las que nos interesan.
El volumen reúne dieciséis trabajos que se estructuran en tres secciones: la lengua de la ciencia en autores de la historia del español, el pensamiento lingüístico acerca de la
lengua de la ciencia expresado en las obras lexicográficas, y el léxico científico y técnico del español.
La primera sección del volumen recoge cinco estudios que pivotan alrededor de autores relevantes en la historia de la lengua de la ciencia.
El primero es el estudio de Ángel López García-Molins, que nos introduce en las reflexiones acerca de la lengua de Alfonso de la Torre y Huarte de San Juan a través de sus textos,
Visión deleytable de la filosofía y de las artes liberales (ca. 1440) y Examen de ingenios para las ciencias (1575) respectivamente. La relación entre el lengua- je y el
conocimiento estaba ya en debate. El latín continuaba viéndose como la lengua de la ciencia. Pero en estos textos, sobre todo en Huarte de San Juan, se encuentra ya la idea de que el lenguaje de
la ciencia debe ser un instrumento inventado, formal, idea que se proyecta hasta bien avanzado el siglo XX.
Por su parte, Natalia Peñín se ocupa de las ideas expresadas por Lucio Cristóbal de Escobar, discípulo de Nebrija, en el Lexicón latín-siciliano-español (1520), basado en el
Dictionarium latino-hispanicum. El estudio analiza las voces de ciencias naturales en el lemario y las adiciones del propio Escobar. La autora determina que Escobar fue fiel a Nebrija,
aunque se percibe una voluntad de actualizar la nomenclatura nebrisense mediante la inclusión de léxico de las ciencias, así como una sistematización de la técnica metalexicográfica.
La lengua científica en el Compendio Mathematico de Tomás Vicente Tosca es el objeto de estudio de Francesca Dalle Pezze. La obra del novator valenciano constituye, según la
autora, una de las muestras más notables de las tradiciones discursivas del primer español moderno. Se analizan diversos aspectos morfológicos, sintácticos y discursivos. De esta manera, Tosca
consigue habilitar una serie de recursos lingüísticos que modernizan el castellano como lengua científica.
Yolanda Congosto y Natalia Silva se ocupan de la obra de Juan José Navarro, Diccionario Demonstrativo con la Configuracion o Anathomia de la Toda la Archi- tectura Naval
Moderna, también conocida como Álbum de Construcción Naval (1719-1756), para conocer las ideas lingüísticas que acerca de la lengua de la ciencia tiene este autor. El estudio se
ocupa del contenido de la obra, la valora desde el punto de vista lexicográfico, destaca su importancia como texto científico y se fija en su proyección didáctica. Aportan numerosos ejemplos y
grabados y demuestran que la obra encierra múltiples formatos, ya que comprende a la vez un diccionario, un álbum, un tratado, un atlas, una enciclopedia…
Esta sección la cierra el estudio de Susana Ramírez e Isabel Portela acerca de la producción bibliográfica de Juan y Félix Galisteo Xiorro, prolíficos traductores de textos médicos
en el siglo XVIII . Para trazar el perfil de estos traductores, se tiene en cuenta su contexto familiar, la propia vida de los autores, y se hace una pormenoriza- da investigación de sus
traducciones, no exenta de dificultades bien resueltas desde el punto de vista documental. El estudio demuestra que la mayor parte de su actividad fue a partir de textos franceses, que los
hermanos Galisteo Xiorro supieron hacer de la traducción y de la edición una actividad lucrativa, y que tenían un interés genuino por divulgar las ideas científicas y adaptarlas para el
conocimiento de sus lectores.
La segunda de las secciones del volumen lleva por título «Ciencia, pensamiento lingüístico y lexicografía» y recoge siete estudios relevantes para conocer las ideas lingüísticas que
expresan diversos diccionarios que van del siglo XVII al XX.
Los diccionarios de Covarrubias y de Domínguez son cotejados por Natalia Fernández tomando como término de comparación el léxico médico. La autora justifica la elección de estos
diccionarios, alejados en el tiempo, y elige cinco voces para realizar su estudio: herida, sangre, cáncer, lepra y peste. Pone en contexto ambos diccionarios con un solvente uso de la
bibliografía y el análisis arroja resultados interesantes sobre la concepción del léxico científico en cada una de estas obras lexicográficas.
Alexandra Soares Rodrigues toma como base el Vocabulario de Bluteau para estudiar la información metalingüística que, acerca de los sustantivos y adjetivos derivados en
-nte, recoge esta obra. Tras un análisis detallado de las informaciones que proporciona Bluteau, llega a la conclusión de que, aunque sus indicaciones no son sistemáticas, se demuestra
de manera implícita que estos derivados constituyen un paradigma verbal y, en último término, revelan el funcionamiento mental del léxico.
El Diccionario de agricultura, extrahido em grande parte do Cours d’agriculture de Rosier, de Francisco Soares Franco, es estudiado por Carsten Sinner para analizar las
omisiones de este autor al verter el texto al portugués. El estudio responde a tres preguntas: qué no se tradujo, si hay información sobre las omisiones, y si se explica con qué criterios se
realizaron. A partir de una selección de entradas del texto portugués y de su fuente, se busca la respuesta a las preguntas anteriores, y se consigue visibilizar mejor la labor del traductor,
considerando los criterios utilizados para las reducciones u omisiones, información valiosa también para entender cómo se transmitía el saber.
Las voces filológicas en la 12.ª edición del Diccionario de la lengua castellana de la Real Academia Española son objeto de estudio de Margarita Freixas. Se parte de las
Reglas de 1869 y 1870, donde se proponen tres materias relacionadas con la lengua y la literatura: gramática, retórica y literatura. Se determina qué académicos se encargaron de revisar estas
voces y se analizan las definiciones de las entradas filología, gramática, literatura y retórica, así como de algunas voces de estos ámbitos. Este trabajo permite comprobar cómo las
nuevas corrientes sobre el estudio de la lengua y la literatura se reflejan en el diccionario y, en definitiva, permite subir un escalón más en el conocimiento detallado de esta importante
edición del siglo XIX.
También el diccionario académico, pero en este caso la 13.ª edición de 1899, es estudiada por Erica Carriet, para analizar el modelo de definición de los fitónimos. A partir de un
corpus de 50 palabras definidas como «hierba medicinal», se ocupa de ver su evolución en las ediciones más relevantes: Autoridades, la edición de 1817, 1884, y tiene como punto de
llegada la de 1899. Tiene en cuenta el fichero de adiciones y enmiendas para determinar qué académicos participaron en la definición o revisión de estas voces, así como la metodología
utilizada.
Giuseppe Pedote y Mònica Vidal estudian las voces con la marca «anatomía» en las ediciones que van desde la de 1884 a la de 1936. Se parte de la digitalización de los datos
lexicográficos de estas ediciones para realizar un estudio comparativo. El traba- jo se enmarca en el contexto de las Humanidades digitales, se explica el proceso lleva- do a cabo en el proyecto
«Transformación digital y patrimonio lexicográfico, preservación y aprovechamiento de los datos sobre el léxico especializado» en el cual se desarrolla, y se abunda en los resultados de este
campo temático, con un cambio de marcas en muchas acepciones (anatomía por zoología), explicable a partir de la evolución de la zoología como ciencia.
Esta sección sobre ciencia, pensamiento lingüístico y lexicografía la cierra el estudio, a cargo de José Antonio Moreno Villanueva, sobre el Diccionario práctico de
electrotécnica y química alemán-inglés-español, publicado por Paul Heyne en los últimos años del siglo XIX. Se trata del primer diccionario multilingüe sobre la materia que incluye el
español como lengua de trabajo. Es un diccionario en tres volúmenes, con equivalencias en español, inglés y alemán. Cada lengua se toma como referencia en cada uno de los volúmenes. Se
contextualiza el diccionario en el desarrollo de la electricidad, se estudia el peritexto, la macro- y microestructura del diccionario, se tiene en cuenta los destinatarios de la obra y se
pondera su importancia para la historia del léxico científico y técnico y para la historia de la lexicografía española.
La última sección del volumen está dedicada al léxico científico y técnico del es- pañol. El primero de los estudios se debe a Jon Arrizabalaga, quien muestra cómo las palabras
pueden transmitir ideas erróneas si no se interpretan bien a luz de la historia de la ciencia. Eso es lo que ocurre con el término peste, que ha servido para identificar de manera
indiferenciada las epidemias que asolaron repetidamente a la humanidad a lo largo de la historia, visión discutida en la actualidad tanto en términos clínicos y epidemiológicos como desde el
constructivismo social y la historia social de las enfermedades, que abogan por considerar las epidemias de peste como exponentes diversos de epidemias de alta letalidad. Se hace una revisión de
las designaciones de estas enfermedades a través de la historia, en diversos diccionarios de medicina y en los tratados de médicos de la época.
Mario Corveddu estudia el léxico de las artes y oficios en los siglos XVIII y XIX desde la perspectiva de la traducción. Esta actividad sería fundamental para caracterizar los
oficios tradicionales como el curtido, la encuadernación o la cerería, a través de obras extranjeras. Se analiza un corpus de manuales traducidos o adaptados desde el francés de los siglos XVIII
y XIX, para identificar las dificultades de traducción, analizar las estrategias traductoras y ver su evolución en el período estudiado. El trabajo concluye que el léxico de las artes y oficios
tiene un perfil propio, que está orientado a las necesidades prácticas de los artesanos más que a la difusión del conocimiento, y que los problemas traductológicos se van reduciendo con el avance
de los siglos.
El debate sobre los extranjerismos lingüísticos, en especial los anglicismos, es abordado por Antoni Nomdedeu a través de las crónicas sobre el deporte en la prensa de las dos
últimas décadas del siglo XIX. El autor traza el contexto histórico en el que se desarrolla el estudio, analiza las ideas de los participantes en este debate, en el que destacan Mariano de Cavia,
Antonio Viada y Narciso Masferrer, y muestra cómo la estrategia de españolizar los anglicismos del deporte motivó la adaptación de estos términos a la ortografía del español o su traducción al
castellano.
Benedetta Binacchi estudia el tránsito del término francés daguerréotype al español daguerrotipo, así como sus derivados a través de obras lexicográficas francesas
y españolas, los corpus y la prensa histórica. Presta una especial atención a las formas daguérreo y daguerrino para determinar el proceso de formación neológica que las
caracteriza.
El último de los estudios del volumen corre a cargo de Elena Carpi y Ana Pano, y trata sobre el léxico del arte en las traducciones españolas de Mornings in Florence, texto
de John Ruskin publicado en 1875 y que tradujo Carmen de Burgos al español en 1913. Las autoras explican cómo surge el léxico especializado de las artes desde los talleres, y cómo va
evolucionando a través de procesos de resemantización y metaforización del léxico común. Los datos analizados también hacen pensar en la posibilidad de que Carmen de Burgos tradujera a partir de
la versión francesa, que pudiera haber servido como puente.
Además del valor de cada uno de los estudios que incluye el volumen, hay que destacar la cuidada labor de edición de Matteo De Beni y de Elisa Sartor, que consiguen dar uniformidad y
coherencia a un trabajo coral gracias a la organización de los estudios en secciones perfectamente ensambladas y a una cuidadosa observación de las normas de publicación, especialmente en las
referencias, las notas y la bibliografía.
Enhorabuena, por tanto, a todos los colaboradores en el volumen, así como a los editores, que han conseguido llevar a buen término una obra que representa una buena muestra de los
estudios sobre el léxico científico y técnico en español, teniendo como eje el pensamiento lingüístico expresado en los textos.